Me tumbé sobre ella
manteniendo en silencio la respiración,
me apreté fuerte
y grité tu nombre,
sin poder, sin querer pensar en nada más.
El frío agarrotó mis huesos y
desnudo
esperé a que llegara mi momento.
Solo pido una cosa,
que un susurro de brisa
me devuelva tu olor,
que sea lo último que entre en mis pulmones,
que haga estallar mis huesos
fundiendo con la roca.
...
Han pasado varios día,
aún sigo aquí, en la misma posición.
Mi cuerpo por dentro está seco,
los excrementos y vómitos me rodean,
siento asco de mi mismo...
pero no voy a levantarme.
Maldigo el momento en que te fuiste,
me maldigo.
Envidio el momento en que te fuiste,
te maldigo.
Te quiero y no te tengo
y te busco y me pierdo.
Escupiré hasta la última de mis vísceras,
hasta el último pedazo de ser
que quede en mi interior.
...
Te estoy sintiendo dentro de mí,
ahora.., ya te tengo, es tu olor..,
tu alma
me penetra,
y mis ojos,
hace tiempo ya cerrados
se abren,
y con un último relámpago de vida
se cierran y funden,
dejando que por mis labios,
ligeramente entreabiertos
se escape el último, apenas perceptible,
susurro...